Las vacaciones de verano es un periodo en el que, tanto los niños como los padres descansan y se liberan de las actividades escolares. Es un buen tiempo para invertir y planear diferentes actividades recreativas que mantengan en movimiento su mente y cuerpo. 

Muchas veces, al disponer de tanto tiempo libre, es común que los niños comiencen a fastidiarse o aburrirse de estar en casa encerrados, por eso es importante planear actividades enriquecedoras que nutran su carácter y espíritu antes de entrar a un nuevo ciclo escolar. 

Puedes probar con tus hijos las siguientes actividades. 

• Repasar inglés con juegos divertidos y didácticos que mantengan en práctica su aprendizaje del idioma. 
• Realizar ejercicios ortográficos y de caligrafía que desarrollen plenamente sus capacidades de escritura y comprensión. 
• Aplicar y elaborar diferentes tipos de juegos de mesa con temas vistos durante clase y así repasar los conocimientos adquiridos en el aula. 
• Realizar experimentos que nutran su conocimiento les permitan entender cómo funciona nuestro mundo. Internet está repleto de experimentos fáciles de realizar, pero que son muy útiles en el desarrollo cognitivo de los niños. 

Con estas recomendaciones puedes poner manos a la obra y disfrutar de las vacaciones mientras todos aprenden y se divierten.